domingo, enero 12, 2014

El génesis de sus preguntas

Médium, amenazado por su propia extinción.

Quise ser fulgor, pero me confundí en el sahumerio de mis convicciones; las trompetas, las escaletas de ayer, los libretos de mañana; me preocupa el fallo cardiaco de mi pluma, no quiero luego tener que decir “Fui. Fue…”.

¿Qué hace –por cierto- la pluma cuando está sometida bajo una culpa y comprometida con el corazón de su brujo?...

Quise ser silencio, quise lavar mis tintas, pero no me fue bien, me enredé en el proceso de ruptura entre mocedad y poder.

Quise ser balcón, quise ser el abrazo y el reencuentro de colosos del sur, conmemorando una vez juventud y promesa de altísonos y altísimos parnasos.

Quise ser núcleo e hijo, pero no me salen las palabras, no me sale aliento ni sangre, más que el crúor para pintar vanidades.

Solo me sale el trance de tontones hipnóticos a bajo tono, como los que se escuchan en la Recepción del hangar al pie de la autopista de los futuros.

Solo me sale ser gusarapo y agua, ser sin forma.

Solo me sale ser el génesis de las preguntas y de la larga vida de mis diablos y enemigos…


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