martes, julio 23, 2013

El coloquio en Karlovy Vary (El caballero de Salango – tercera parte)

El coloquio de los reyes.

Rey de su arte, excéntrico desde la piel hasta la pluma. Reina solitaria y maquinista de trenes.

Ella despierta las preguntas que generan sueños y mundos. Y dispara las ideas que transforman. Viejas costumbres y sentidos, resemantizados en él. Personificaciones interpoladas. Algo más, que es único, que es encantador, es el aporte de Matilde a su taller de redacción.

04h40. Dulce penumbra que libera. Luna llena.

Matilde: ¿qué preferirías que lleve tu nombre, una calle o una escuela?

Caballero: Por fines educativos y altruistas, digamos que una escuela. En teoría, eso significaría que habría contribuido al desarrollo de la gente, lo cual me interesa de cierta forma.

Pero es egocéntrico, rotundamente. Tal vez tanto como el hecho de que una calle lleve mi nombre.

Empero…

Si la calle está en una ciudad de soñadores, tal vez como Karlovy Vary, ciudad ‘Bohemia’ por naturaleza geográfica y favorita del Príncipe de los poetas…

(Hechizo)

…y puedo ser yo, el pasaje o callejón de amantes bohemios, eternos adolescentes, y cobijarlos bajo la penumbra, y solapar su desparpajo, sus sueños, su impudor y su ‘libertá’, prefiero ser libertador –a lo buen ‘Laliberté’-…y no colonizador de mentes…

Matilde: Hasta ahora, solo tú has podido cautivarme con tu respuesta...

A mí, por el contrario, me encantaría que una escuela lleve mi nombre. Más allá de ser un templo del saber y formador de futuras generaciones, es por la huella que deja una institución en sus pasantes. Todos somos escuela y por ella nos regimos...

A lo mejor, si de llevar mi nombre fuera, las instalaciones no deberían ser tangibles, sino puestas a la conveniencia y necesidades de sus usuarios. No es cuestión de conquistar mentes sino de inspirar sus decisiones. Sería entonces el mejor legado. ¿Qué tal Escuela Perceptiva para Niños Invisibles Matilde, situada en la calle Caballero de Salango? Una escuela donde no se educa, se inspira...

(Magnetismo lunático)

(68)

(Con contribución de DaDanis Vesicular)